+ EDADES: el método de san Luis María Grignion de Montfort propone un esquema de preparación de 33 días, pensado sobre todo para adultos. Considerando la conveniencia de adaptar dicho método a niños y adolescentes, se puede distinguir: *niños*, de 6 a 12 años; adolescentes, de 12 a 18 años ¿Fundamentos? El hecho de que al momento de las apariciones del Ángel de la Paz, Jacinta tiene seis años. Es también la edad en que la Iglesia suele reconocer el “uso de razón” ¿Porqué hasta los doce años? Para establecer un período en el cual se pueda hacer una preparación similar, más allá de los grandes cambios que se van sucediendo en las etapas de desarrollo de la infancia. El límite (12 años) estaría señalado por la edad de Jesús en su Misterio de la pérdida y hallazgo en el Templo (5° misterio de gozo).
+ DURACIÓN: en principio, conservar la cantidad de días (33), dado que ellos representan los años de vida mortal de Jesús, antes de su Misterio Pascual (aspecto catequístico). Pero, en lugar del esquema de san Luis María, proponer la siguiente división: 8 días para purificar nuestro corazón, según el ángel fue educando a los pastorcitos; 8 días para conocer mejor a la Virgen (según el acontecimiento de Fátima y según el Evangelio); 8 días para conocer mejor a Jesucristo (ídem, Fátima y el Evangelio); 9 días finales para profundizar la espiritualidad y devoción a los pastorcitos (principalmente a los dos ya canonizados) haciendo una novena. En total, 8 + 8 + 8 + 9 = 33 días. Como se ve, es muy leve la diferencia, la cual se da sobre todo en los elementos (oraciones) que lo acompañan.
+ ELEMENTOS:
1) BREVES MEDITACIONES/LECTURAS para cada día tomadas del relato de las Memorias de Sor Lucía, con apoyo de material audiovisual (videos y canciones).
2) ORACIONES: Dejar al discernimiento del/los acompañantes(s) (padres, hermanos, padrinos, etc, jóvenes o adultos) el decidir cuándo sea conveniente que los niños (sobre todo los más pequeños) hagan _una corona completa del Rosario_ (cinco misterios). Si bien hay niños que lo hacen habitualmente o frecuentemente en sus familias, otros no. En cambio, se propone, durante las tres octavas rezar la Coronilla del Amor (adaptada de las invocaciones de Sor Consolata Betrone); y quizá en la tercera octava (dedicada al conocimiento de Jesucristo), rezar la Coronilla de la Misericordia.
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