jueves, 25 de abril de 2019

DÍA 19 de la Preparación para consagrarse a la Virgen


Querida familia, queridos chicos:
Después de haber cantado algunas estrofas de “El Ave María de Fátima”, escuchamos o leemos la reflexión del día 19.
Jesús, nuestro Salvador, es verdadero Dios y verdadero hombre. Siendo Dios, quiso tener una vida como la nuestra, aunque con signos que nos muestran quién es Él verdaderamente y su misión en el mundo.
Un ángel, san Gabriel, fue enviado por Dios Padre para anunciar a la Virgen María que Ella había sido elegida para ser la Madre del Hijo de Dios (san Lucas 1, 26-38). Y el mismo ángel le anunció a san José que su prometida tendría un hijo, por un milagro de Dios, y que él tendría la misión de protegerlo con el amor de un verdadero padre (san Mateo 1, 18-25).
El Hijo de Dios hecho hombre, Jesucristo, quiso vivir y crecer en una verdadera familia humana, con un papá y una mamá. No tuvo hermanos porque su nacimiento fue un milagro de Dios. Pero en todo lo demás vivieron como cualquier familia: fueron pobres, eran muy trabajadores: José era carpintero y María trabajaba cuidando su hogar.
Cuando Jesús nació, pocos fueron a adorarlo: muchos estaban distraídos, a pesar de que Dios siempre le recordaba a su Pueblo la llegada del Salvador por medio de los profetas.
Pero no sólo eso: hubo gente malvada, como el rey Herodes, que quiso darle muerte. Pensaba este rey que si Jesús era Rey, descendiente de los grandes reyes judíos, le quitaría su poder. Por eso, la Sagrada Familia tuvo que huir a Egipto (san Mateo 1, 13-15), ese país en el que mucho tiempo antes los judíos habían vivido como esclavos.
Algunos de estos hechos de la Vida de Jesús los recordamos al rezar el Santo Rosario. El rosario es como un resumen del Evangelio. Así lo han dicho muchos cristianos y lo ha repetido en Papa san Juan Pablo II.
Contemplar, es decir, mirar con amor los misterios del rosario es como recordar una historia mirando cuadros o fotos de familia.
El Papa san Juan Pablo II quiso completar ese «resumen del evangelio», que es el rosario agregando un grupo de misterios llamados “de luz”.
Pensemos en la importancia de conocer la vida de Jesús. Ser cristianos significa vivir como amigos de Jesús, que incluso nos llama “hermanos”. Pero ¿cómo podemos amarlo si no lo conocemos? Para conocerlo mejor, la Virgen quiere que recemos el rosario.
Para finalizar, después de haber reflexionado, rezaremos la Coronilla del Amor a la Sagrada Familia.

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