Querida familia, queridos chicos:
Después de haber cantado algunas estrofas de “El Ave María de Fátima”, escuchamos
o leemos la reflexión del día 21.
Cuando la Virgen se apareció a los tres pastorcitos, el rosario tenía
tres partes o coronas. Se llama “corona” cada conjunto de misterios que nos
recuerdan algunos momentos de la vida de Jesús.
Todo el rosario es como una gran corona de rosas; de allí su nombre de
“rosario”, y cada conjunto de misterios es como un ramillete.
Hemos dicho que el Rosario es como un pequeño evangelio, un resumen de
la vida de Jesús. El Papa san Juan Pablo II pensó que sería bueno “completar”
ese resumen con una nueva corona: los misterios de luz. Así, tenemos ahora el
rosario completo, con sus misterios de gozo, de luz, de dolor y de gloria, los
treinta y tres años desde que el Hijo de Dios se hizo hombre como nosotros,
siendo bebé, naciendo pobre, creciendo en una familia pobre y trabajadora, predicando
durante tres años, y finalmente muriendo y resucitando.
San Lucas nos cuenta un episodio de la infancia de Jesús: sus padres
iban cada año a Jerusalén a adorar a Dios en el Templo. Cuando el niño cumplió
12 año, lo llevaron también. Y en esa ocasión, Jesús, entusiasmado con las
cosas de Dios su Padre, se quedó en la ciudad sin que se dieran cuenta sus
padres, que regresaban a Nazaret. Cuando finalmente ellos lo advirtieron, lo
buscaron con mucha aflicción y lo encontraron al tercer día en medio de los sabios
judíos que se dedicaban al estudio de la Ley de Dios. Su madre le dijo: “«Hijo
mío, ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos
angustiados». Jesús les respondió: «¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo
debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?». Ellos no entendieron lo que les
decía. El regresó con sus padres a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su madre
conservaba estas cosas en su corazón. Jesús iba creciendo en sabiduría, en
estatura y en gracia, delante de Dios y de los hombres.
Para finalizar, después de haber reflexionado, rezaremos la Coronilla
del Amor a la Sagrada Familia.
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