domingo, 14 de abril de 2019

DÍA 7 de la Preparación para consagrarse a la Virgen



Querida familia, queridos chicos:
Hemos comenzado este momento de preparación cantando algunas estrofas de “El Ave María de Fátima”. Ahora, escuchamos o leemos la reflexión del día 7.

¿Qué es el Santo Rosario? “El Rosario es una gran corona, una guirnalda de flores o coronilla de rosas celestiales que se coloca sobre las cabezas de Jesús y María. Así como la rosa es la reina de las flores, del mismo modo el Rosario es la rosa y la primera de las devociones”
Esto lo dice san Luis María Grignion de Mont fort, un gran misionero, que amó mucho a la Santísima Virgen y nos dejó hermosos libros para enseñarnos a amarla y honrarla. Le gustaba mucho contar historias relativas al rosario, y nos dejó un precioso librito llamado “El Secreto Admirable del Santo Rosario”.
El rosario es como un ramillete de hermosas flores que ofrecemos a nuestra Madre, la Virgen María. Si rezamos sin ganas y distrayéndonos, es como ofrecerle flores descuidadas y marchitas. Si lo hacemos con atención y amor, es hacerle el regalo más bello.
Cada misterio recuerda un momento de la Vida de Jesús: su infancia, su predicación, sus dolores en la Pasión, y su triunfo en la Resurrección, recordando, al terminar, que la Virgen María, así como acompañó siempre a Jesús en la tierra, así lo acompaña en el cielo, adonde Dios la llevó en cuerpo y alma, coronándola como Reina del Cielo y de la tierra.
En cada misterio rezamos un padrenuestro, diez avemarías y un “gloria” breve. A veces, se añaden otras invocaciones, como la que enseñó la Virgen a los tres pastorcitos: “Oh, Jesús mío…”.
El rosario completo son las cuatro coronas, de cinco misterios cada una. Durante mucho tiempo se rezaron tres coronas o grupos: misterios de gozo, de dolor y de gloria.
Desde el año 2002 rezamos también otra corona de misterios: los de luz. Así nos enseñó el Papa san Juan Pablo II, que también amó mucho a la Virgen y le consagró su vida. Él quiso completar así los cuadros de la vida de Jesús, recordando sus tres años de predicación, ya que el Rosario es como un resumen del Evangelio, que nos hace conocer a Jesús.
Pensemos que si rezamos bien el santo rosario aprenderemos a conocer mejor a Jesús y a amarlo más, como María.
Para finalizar, después de haber reflexionado, rezaremos la Coronilla del Amor a la Sagrada Familia.

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