ORACIONES de la Preparación
- Apariciones del Ángel de la Paz (1916) - VIDEO
- PELICULA "Los Niños y el Sol"
- VIDEO PROMOCIONAL | Mater Fátima 2020, Centenario ...
- CORONILLA: cómo rezarla (imagen)
- La "Señal de la Cruz" cantada
- El "Padre nuestro" cantado
- El "Ave María" cantado
- 2a etapa: Conocer mejor a María Santísima
- AUDIOS de la 3a Etapa de preparación a la Consagra...
jueves, 25 de abril de 2019
DÍA 24 de la Preparación para consagrarse a la Virgen
Querida familia, queridos chicos:
Después de haber cantado algunas estrofas de “El Ave María de Fátima”, escuchamos
o leemos la reflexión del día 24.
Para terminar esta tercera etapa en nuestro camino de preparación para
consagrarnos a la Virgen, hoy meditaremos sobre los misterios de gloria de la
vida de Jesús y María.
Es la cuarta corona del santo rosario.
La gloria es la alegría, el triunfo, la paz de la vida nueva de Jesús resucitado:
Él estuvo verdaderamente muerto, pero al tercer día resucitó, y su cuerpo está
totalmente cambiado, aunque es el mismo. Nosotros no podemos ni imaginarlo,
porque es algo totalmente distinto a lo que vivimos nosotros: quien resucita ya
no sigue creciendo, no envejece, no se enferma, no tiene dolores, no volverá a
morir… Jesús nos ha prometido que eso sucederá a cada uno de nosotros cuando Él
vuelva.
Cuando rezamos la oración llamada el “Credo”, por ejemplo en la Misa,
decimos: “y de nuevo vendrá con Gloria”. Podemos decir que Jesús mismo es la
Gloria, porque Él es la Vida, la Luz, la Resurrección. Así lo dijo a santa
Marta cuando iba a resucitar a su hermano Lázaro: “Yo soy la Resurrección y la
Vida” (san Juan 11, 25).
Cuando rezamos el rosario, los dos últimos misterios se refieren
directamente a la Virgen: contemplamos cómo Ella es llevada al Cielo en cuerpo
y alma, y cómo Dios le da una corona de Reina. Jesucristo es Rey de todo el
Universo, como lo recuerda la Iglesia cada año antes de comenzar su preparación
a la Navidad. Y junto a Él, Nuestra Señora reina sobre toda las creaturas de
Dios.
Estos son los dos únicos misterios del rosario que no están relatados
directamente en la Biblia, pero que la Iglesia reconoce y enseña meditando en cómo
Dios quiso premiarla por su fidelidad..
Por eso, el último libro de la Biblia, el Apocalipsis, nos muestra a
María como una mujer revestida con la luz del sol, coronada de doce estrellas y
con la luna bajo sus pies. Así la vio también santa Catalina Labouré, y es la
imagen que conocemos como “la Medalla Milagrosa”. Así esperamos ver también en
el cielo a nuestra Madre.
Pidamos a María que tener un gran amor a su Hijo, para no ofenderlo y
no apartarnos de Él por el pecado, y una gran confianza en su amor al rezar
Para finalizar, después de haber reflexionado, rezaremos la Coronilla
del Amor a la Sagrada Familia.
DÍA 23 de la Preparación para consagrarse a la Virgen
Querida familia, queridos chicos:
Después de haber cantado algunas estrofas de “El Ave María de Fátima”, escuchamos
o leemos la reflexión del día 23.
Hoy meditaremos sobre los misterios de dolor de la vida de Jesús y
María.
Podemos decir que toda la vida de Jesús, con san José y la Virgen, es
como un tapiz, en el que se van entrelazando los hilos de diferentes colores
para formar una imagen. Podemos comprender esta comparación si miramos un
tejido artesanal, o quizá nosotros mismos hemos hecho una tarea así.
En la vida de la Sagrada Familia hay momentos de alegría y momentos de
pena, como en nuestras propias familias. El amor de los cristianos lo tenido
siempre en cuenta, y lo ha meditado con prácticas de oración muy antiguas, como
los gozos y dolores de san José y los de la Virgen. Todo va llevando a la luz
de la Resurrección, en donde ya todo es alegría…
Nuestra Señora acompañó siempre a su Hijo desde el silencio con su
oración. Y cuando llegó el momento del máximo sufrimiento de Jesús, allí estuvo
Ella, junto a la Cruz. Las mujeres lo acompañaban llorando. Los discípulos
habían escapado con miedo, aunque uno de ellos, Juan, el discípulo amado, se
arrepintió pronto y estuvo también junto a la Cruz. En ese momento, Jesús hizo
algo muy importante: nos dejó como Madre a su propia Madre. Mirándola con amor,
le dijo: “¡Mujer, ahí tienes a tu hijo!”; y a Juan le dijo: “¡Ahí tienes a tu
Madre!”.
En ese apóstol estábamos representados todos los cristianos, los que
somos hijos de Dios por el bautismo. Por eso decimos que la Virgen es “nuestra
mamá del cielo”, la que tiene por cada uno de nosotros un amor más grande y más
intenso que el de todas las madres juntas.
Un gran santo, que desde pequeño amaba mucho a Nuestra Señora, san Juan
María Vianney, más conocido como el Santo Cura de Ars, llega a decir que el
amor de todas las mamás juntas comparado con el de la Virgen es como un pedazo
de hielo.
Pero, además, es un amor no sólo tierno sino poderoso: Ella consigue de
la bondad de Dios todo lo que necesitamos y le pedimos por medio de Ella, si es
verdaderamente para nuestro bien.
Para finalizar, después de haber reflexionado, rezaremos la Coronilla
del Amor a la Sagrada Familia.
DÍA 22 de la Preparación para consagrarse a la Virgen
Querida familia, queridos chicos:
Después de haber cantado algunas estrofas de “El Ave María de Fátima”, escuchamos
o leemos la reflexión del día 22.
Hoy meditaremos sobre los misterios de luz de la vida de Jesús y María.
Jesús vivió treinta años desconocido para la mayoría de las personas, la
mayor parte del tiempo en Nazaret, el pueblo de José y María. Por eso es
llamado “el Nazareno”.
No sabemos a qué edad de Jesús murió san José, quien lo había cuidado
con tanto amor, y que le enseño el oficio de carpintero. Jesús siguió
acompañando a su Madre hasta cumplir treinta años aproximadamente, según nos
dice san Lucas (3, 23).
A partir de allí, luego de ser bautizado por san Juan Bautista y de
vencer las tentaciones del demonio en el desierto, comenzó a predicar,
eligiendo a sus primeros discípulos. Fueron tres años durante los cuales
recorrió muchas poblaciones, enseñando y haciendo milagros. A veces la gente lo
recibía con entusiasmo, pero a veces también lo rechazaba o se alejaban de Él.
Su madre siempre lo acompañó desde el silencio con su oración. En muy
pocas ocasiones Ella aparecía, y siempre lo hacía con discreción.
Cuando Jesús comenzó a predicar, fue invitado a una fiesta de casamiento
en un pueblito llamado Caná, en Galilea, la zona en que vivía. Allí hizo su
primer milagro, cuando se quedaron sin vino, y María, viendo esa necesidad, se
lo hizo notar a su Hijo. Al inicio, este pareció no estar dispuesto a
intervenir, pero en realidad quería mostrar la fuerza que tiene la confianza en
Él para lograr lo que le pedimos, y cómo Él concede todo si se lo pide su
Madre. Fue suficiente que Ella indicase a los servidores: “Haced lo que Él os
diga”, y Jesús mandó que llenasen de agua seis vasijas de 100 litros cada una.
Allí convirtió esa agua en vino, y se despertó la fe de sus primeros
discípulos, que comprendieron que Jesús no era un maestro como los demás.
Debemos también prestar atención a que las acciones de Jesús son también
una enseñanza, porque tienen un significado. El agua convertida en vino muestra
el poder de Jesús que en la Santa Misa convierte el vino en su propia Sangre.
Para finalizar, después de haber reflexionado, rezaremos la Coronilla
del Amor a la Sagrada Familia.
DÍA 21 de la Preparación para consagrarse a la Virgen
Querida familia, queridos chicos:
Después de haber cantado algunas estrofas de “El Ave María de Fátima”, escuchamos
o leemos la reflexión del día 21.
Cuando la Virgen se apareció a los tres pastorcitos, el rosario tenía
tres partes o coronas. Se llama “corona” cada conjunto de misterios que nos
recuerdan algunos momentos de la vida de Jesús.
Todo el rosario es como una gran corona de rosas; de allí su nombre de
“rosario”, y cada conjunto de misterios es como un ramillete.
Hemos dicho que el Rosario es como un pequeño evangelio, un resumen de
la vida de Jesús. El Papa san Juan Pablo II pensó que sería bueno “completar”
ese resumen con una nueva corona: los misterios de luz. Así, tenemos ahora el
rosario completo, con sus misterios de gozo, de luz, de dolor y de gloria, los
treinta y tres años desde que el Hijo de Dios se hizo hombre como nosotros,
siendo bebé, naciendo pobre, creciendo en una familia pobre y trabajadora, predicando
durante tres años, y finalmente muriendo y resucitando.
San Lucas nos cuenta un episodio de la infancia de Jesús: sus padres
iban cada año a Jerusalén a adorar a Dios en el Templo. Cuando el niño cumplió
12 año, lo llevaron también. Y en esa ocasión, Jesús, entusiasmado con las
cosas de Dios su Padre, se quedó en la ciudad sin que se dieran cuenta sus
padres, que regresaban a Nazaret. Cuando finalmente ellos lo advirtieron, lo
buscaron con mucha aflicción y lo encontraron al tercer día en medio de los sabios
judíos que se dedicaban al estudio de la Ley de Dios. Su madre le dijo: “«Hijo
mío, ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos
angustiados». Jesús les respondió: «¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo
debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?». Ellos no entendieron lo que les
decía. El regresó con sus padres a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su madre
conservaba estas cosas en su corazón. Jesús iba creciendo en sabiduría, en
estatura y en gracia, delante de Dios y de los hombres.
Para finalizar, después de haber reflexionado, rezaremos la Coronilla
del Amor a la Sagrada Familia.
DÍA 20 de la Preparación para consagrarse a la Virgen
Querida familia, queridos chicos:
Después de haber cantado algunas estrofas de “El Ave María de Fátima”, escuchamos
o leemos la reflexión del día 20.
En Fátima y en muchas otras ocasiones la Virgen nos pide oración y
conversión.
Santa Teresa de Ávila, una gran santa española, a quien Jesús se le
apareció como un niño pequeño, dice que la oración es buscar momentos de
tranquilidad para compartir la alegría de la amistad con quien sabemos que nos
ama, que es Dios.
Rezar el rosario es hablar con Dios: para pedirle lo que necesitamos,
para agradecerle, para mostrar que estamos arrepentidos de obrar mal, y también
para aprender: para conocer la vida y la enseñanza de Jesús, y así saber
también amarlo mejor.
Durante esta preparación a nuestra Consagración, la oración que le
estamos ofreciendo a Jesús es la Coronilla del Amor. Quizá no todos los que se
preparan para consagrarse han aprendido el rosario, o si lo saben, todavía no
han hecho la costumbre de rezarlo. Debe llegar el momento en que lo hagamos
diariamente, cumpliendo el deseo de nuestra Madre.
Rezar el rosario es compartir con Ella los momentos más importantes de
su vida: algunos, de alegría, y otros de gran dolor.
Uno de esos momentos bellos y felices fue cuando visitó a su prima santa
Isabel, que vivía en la zona montañosa de Judea. Cuando el ángel Gabriel le
anunció que había sido elegida para ser Madre del Salvador, supo también que
por otro milagro de Dios su prima, que ya era anciana, estaba embarazada ya de
seis meses. Al nacer, su hijo fue llamado Juan, y tendría la misión de preparar
a la gente para reconocer y recibir a Jesús como el Salvador prometido.
Cuando la Virgen llegó a casa de su prima, esta la saludó diciendo:
“¡Bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre”
(san Lucas 1, 42). Palabras que nosotros repetimos cada vez que rezamos el
Avemaría.
Este momento lo recordamos entre los Misterios de Gozo del Rosario. En
ese momento también la Virgen entonó un canto muy bello llamado el “Magníficat”.
Para finalizar, después de haber reflexionado, rezaremos la Coronilla
del Amor a la Sagrada Familia.
DÍA 19 de la Preparación para consagrarse a la Virgen
Querida familia, queridos chicos:
Después de haber cantado algunas estrofas de “El Ave María de Fátima”, escuchamos
o leemos la reflexión del día 19.
Jesús, nuestro Salvador, es verdadero Dios y verdadero hombre. Siendo
Dios, quiso tener una vida como la nuestra, aunque con signos que nos muestran
quién es Él verdaderamente y su misión en el mundo.
Un ángel, san Gabriel, fue enviado por Dios Padre para anunciar a la
Virgen María que Ella había sido elegida para ser la Madre del Hijo de Dios
(san Lucas 1, 26-38). Y el mismo ángel le anunció a san José que su prometida
tendría un hijo, por un milagro de Dios, y que él tendría la misión de
protegerlo con el amor de un verdadero padre (san Mateo 1, 18-25).
El Hijo de Dios hecho hombre, Jesucristo, quiso vivir y crecer en una
verdadera familia humana, con un papá y una mamá. No tuvo hermanos porque su
nacimiento fue un milagro de Dios. Pero en todo lo demás vivieron como
cualquier familia: fueron pobres, eran muy trabajadores: José era carpintero y
María trabajaba cuidando su hogar.
Cuando Jesús nació, pocos fueron a adorarlo: muchos estaban distraídos,
a pesar de que Dios siempre le recordaba a su Pueblo la llegada del Salvador
por medio de los profetas.
Pero no sólo eso: hubo gente malvada, como el rey Herodes, que quiso
darle muerte. Pensaba este rey que si Jesús era Rey, descendiente de los
grandes reyes judíos, le quitaría su poder. Por eso, la Sagrada Familia tuvo
que huir a Egipto (san Mateo 1, 13-15), ese país en el que mucho tiempo antes
los judíos habían vivido como esclavos.
Algunos de estos hechos de la Vida de Jesús los recordamos al rezar el
Santo Rosario. El rosario es como un resumen del Evangelio. Así lo han dicho
muchos cristianos y lo ha repetido en Papa san Juan Pablo II.
Contemplar, es decir, mirar con amor los misterios del rosario es como
recordar una historia mirando cuadros o fotos de familia.
El Papa san Juan Pablo II quiso completar ese «resumen del evangelio»,
que es el rosario agregando un grupo de misterios llamados “de luz”.
Pensemos en la importancia de conocer la vida de Jesús. Ser cristianos
significa vivir como amigos de Jesús, que incluso nos llama “hermanos”. Pero
¿cómo podemos amarlo si no lo conocemos? Para conocerlo mejor, la Virgen quiere
que recemos el rosario.
Para finalizar, después de haber reflexionado, rezaremos la Coronilla
del Amor a la Sagrada Familia.
DÍA 18 de la Preparación para consagrarse a la Virgen
Querida familia, queridos chicos:
Después de haber cantado algunas estrofas de “El Ave María de Fátima”, escuchamos
o leemos la reflexión del día 18.
Jesús fue un niño como nosotros. Pero no era un niño cualquiera. Es el
Hijo de Dios hecho hombre.
En el catecismo aprendemos lo que nos dice la Palabra de Dios, la
Biblia, y nos enseña la Iglesia. Con el estudio y la oración, vamos
comprendiendo cada vez un poco más quién es Dios, su Amor y su Poder, cómo nos
rescatado del pecado.
Ya desde el inicio de la Historia, luego del Pecado Original, Dios
anunció que enviaría a su Hijo para salvarnos. Y esta Promesa la fue recordando
a lo largo de los años… Y así, mucho, mucho tiempo antes del nacimiento de
Jesús, 700 años antes, dijo por medio del profeta Isaías: “He aquí que una
Virgen concibe y da a luz un hijo, y le pone por nombre «Emmanuel», que
significa «Dios con nosotros»” (Isaías 7, 14).
Un profeta es una persona a la cual Dios le da un mensaje para la
humanidad, le hace conocer alguien que nadie puede saber si Dios no se lo hace
conocer.
Otro profeta, Miqueas, 500 años antes de nacer Jesús, dijo: “Y tú, Belén
Efratá, no eres la menor entre todas las tribus de Judá, pues de ti me nacerá
el que ha de gobernar a mi pueblo” (Miqueas 5, 1).
Todo esto se refería al nacimiento de Jesús, que ocurrió en ese pequeño
pueblo llamado Belén, a poca distancia de Jerusalén, la capital de Judea.
Cuando Jesús nació, los ángeles anunciaron esa buena noticia a unos pastores,
los cuales, mientras los ángeles cantaban «¡Gloria a Dios en el cielo, y en la
tierra paz a los hombres que Él ama», fueron rápidamente y encontraron a Jesús
recién nacido, recostado en un pesebre, en medio de los animales, bajo la
mirada amorosa de María y de José, que lo abrigaron en esa noche fría con unos
pañales.
Varios días después llegaron también, desde tierras lejanas, del
Oriente, unos hombres sabios y poderosos. Eran los Reyes Magos, que venían
siguiendo la estrella para adorar al Niño. Todo esto es lo que celebramos en la
Navidad.
Pensemos con admiración que Dios nos ama tanto y desea estar con
nosotros que, para que no le tengamos miedo, quiso hacerse como nosotros y
nacer como un niño pequeño y débil.
Para finalizar, después de haber reflexionado, rezaremos la Coronilla
del Amor a la Sagrada Familia.
miércoles, 24 de abril de 2019
DÍA 17 de la Preparación para consagrarse a la Virgen
Querida familia, queridos chicos:
Después de haber cantado algunas estrofas de “El Ave María de Fátima”, escuchamos
o leemos la reflexión del día 17.
Comenzamos hoy la tercera etapa de nuestro camino de preparación… ¡¡¡Se
va acercando el gran momento de entregarle nuestro corazón a nuestra Madre,
poniendo nuestra vida en sus manos!!!
Durante los primeros ocho días hemos querido purificar, limpiar nuestro
corazón, sabiendo se lo ofrecemos a Jesús para que Él viva siempre allí…
Queremos que no encuentre nada que le cause pena y vuelva a clavar espinas en
su Corazón.
Luego, durante ocho días nos hemos dedicado a conocer mejor a Nuestra
Madre, sobre todo recordando sus apariciones en Fátima, en el año 1917.
A partir de ahora, y antes concluir con una novena a los santos
hermanitos Jacinta y Francisco Marto, queremos, durante ocho días, dedicarnos a
conocer mejor a Jesús, nuestro Salvador, para amarlo más. Porque el gran tesoro
que la Virgen guarda en su Corazón y que quiere compartir con nosotros es su
amor por Jesús, el Hijo de Dios, que es su propio hijo.
María Santísima es la persona más amada por Dios, más que todos los
ángeles y santos juntos. Para Dios Ella vale más que todo el universo. Sin
embargo, esto no la aparta de nosotros; al contrario: Dios es Amor, y el Amor
une. La Virgen une a cada uno don Dios, a Dios con todos, y a todos en Dios.
Ella tiene todo el amor que el mundo necesita para salvarse Ella no quiere que
haya maldad, sufrimiento, guerras, dolor… por eso nos pide que recemos y nos
apartemos de lo malo; porque lo único que Dios pide para poner fin al mal es
que tengamos confianza en Él, recemos y nos convirtamos. “Convertirse” es dejar
de hacer lo malo y cumplir los mandamientos de Dios.
Un gran santo, san Bernardo, dice: “A Cristo por María”. Y san Luis
María, quien nos enseña el camino de preparación a la Consagración, dice que
“María es el camino más fácil, más corto, más perfecto y más seguro para unirse
a Dios”. Y que si Dios quiso llegar a nosotros a través de María, la mejor
manera de encontrar a Dios y vivir unidos a Él es por medio de María.
Pidamos a nuestra Madre que sea Ella la que nos enseñe a vivir en
amistad con Jesús su Hijo.
Para finalizar, después de haber reflexionado, rezaremos la Coronilla
del Amor a la Sagrada Familia.
lunes, 22 de abril de 2019
DÍA 16 de la Preparación para consagrarse a la Virgen
Querida familia, queridos chicos:
Después de haber cantado algunas estrofas de “El Ave María de Fátima”,
escuchamos o leemos la reflexión del día 16.
Para terminar esta segunda etapa de nuestro camino de preparación para
la Consagración a la Virgen, meditaremos hoy sobre la aparición de la Virgen a
Lucía, ya religiosa, en el convento de Tuy.
Cierto día del año 1929 en que ella rezaba, e repente se iluminó toda la
capilla, con una luz sobrenatural y sobre el altar apareció una cruz de luz,
que llegaba hasta el techo. En una luz más clara se veía, en la parte superior
de la cruz, un rostro de hombre con el cuerpo hasta la cintura; sobre el pecho
una paloma también de luz y, clavado en la cruz, el cuerpo de otro hombre. Un
poco por debajo de la cintura, suspendido en el aire se veía un Cáliz y una
Hostia grande sobre la cual caían unas gotas de Sangre que corrían a lo largo
del rostro del Crucificado y de una herida en el pecho. De la Hostia, estas
gotas caían dentro del Cáliz. Bajo el brazo derecho de la cruz estaba Nuestra
Señora: («era Nuestra Señora de Fátima, con su Inmaculado Corazón... en la mano
izquierda..., sin espada ni rosas, pero con una corona de espinas y
llamas...”). Bajo el brazo izquierdo, unas letras grandes, como si fuesen de
agua cristalina, que corrían hacia el altar, formaban estas palabras: “Gracia y
Misericordia”.
Comprendí que me era mostrado el misterio de la Santísima Trinidad y
recibí luces sobre este misterio que no me es permitido revelar.
Después Nuestra Señora me dijo:
– Ha llegado el momento en que Dios pide al Santo Padre que haga, en
unión con todos los Obispos del mundo, la consagración de Rusia a mi Inmaculado
Corazón; prometiendo salvarla por este medio. Son tantas las almas que la
justicia de Dios condena por pecados cometidos contra Mí, que vengo a pedir
reparación; sacrifícate por esta intención y reza.
Así la Virgen cumplía su anuncio, hecho el 13 de julio de 1917, en la
aparición en que les mostró el infierno, cuando dijo que volvería para pedir la
consagración de Rusia.
Propongámonos estar siempre atentos a la voz de nuestra Madre, porque
sólo unidos a Ella podremos salvarnos y ayudar a los demás.
Para finalizar, después de haber reflexionado,
rezaremos la Coronilla del Amor a la Sagrada Familia.
DÍA 15 de la Preparación para consagrarse a la Virgen
Querida familia, queridos chicos:
Después de haber cantado algunas estrofas de “El Ave María de Fátima”,
escuchamos o leemos la reflexión del día 15.
* * *
Hoy meditaremos sobre las apariciones de Nuestra Señora a Lucía, luego
de la muerte de sus primos Jacinta y Francisco.
Como les había prometido, la Virgen llevó pronto al cielo a Jacinta y a
Francisco. Luego de enfermarse y padecer grandes dolores, que ellos ofrecieron
por los pecadores y para consolar a los Corazones de Jesús y de María, primero
murió Francisco, el 4 de abril de 1919, y luego su hermana Jacinta, el 20 de
febrero de 1920.
Lucía tenía la misión de dar a conocer los mensajes de Nuestra Señora…
se hijo monjita, es decir, entró en un convento, y vivió una larga vida,
muriendo a los 97 años en el 2005.
La Virgen dijo que luego de las apariciones del año 1917 volvería, y así
lo hizo. El día 10 de diciembre de 1925, se le apareció junto al Niño Jesús,
suspenso en una nube luminosa. La Virgen, poniéndole una mano en el hombro, le
mostró su Corazón, cercado de espinas, mientras el Niño decía a Lucía:
– Ten compasión del Corazón de tu Santísima Madre que está cubierto de
espinas que los hombres ingratos continuamente le clavan, sin haber quien haga
un acto de reparación para arrancárselas.
En seguida dijo la Santísima Virgen:
– Mira, hija mía, mi Corazón, cercado de espinas que los hombres
ingratos me clavan continuamente con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos,
procura consolarme y di que todos aquellos que durante cinco meses, en el
Primer Sábado se confiesen, reciban la Sagrada Comunión, recen el Rosario y me
hagan 15 minutos de compañía, meditando en los 15 misterios del Rosario, con el
fin de desagraviarme, yo prometo asistirles en la hora de la muerte con todas
las gracias necesarias para la salvación de sus almas.
Qué admiración y qué alegría debe darnos el ver cuánto nos ama nuestra
Madre, cómo insiste en que nos acerquemos a su Corazón Inmaculado para
encontrar refugio, y al Corazón de su Hijo para encontrar perdón.
Propongámonos nosotros ser buenos y dar a conocer a todas las personas
el amor de Dios, para que no haya más guerra y los hombres se salven.
Para finalizar, después de haber reflexionado,
rezaremos la Coronilla del Amor a la Sagrada Familia.
domingo, 21 de abril de 2019
DÍA 14 de la Preparación para consagrarse a la Virgen
Querida familia, queridos chicos:
Después de haber cantado algunas estrofas de “El Ave María de Fátima”,
escuchamos o leemos la reflexión del día 14.
* * *
Hoy meditaremos sobre la última aparición de Nuestra Señora.
Era el sábado 13 de octubre de 1917. 70.000 personas esperaban bajo una
lluvia torrencial. Por el camino, las mismas escenas del mes pasado, más
numerosas y conmovedoras. Ni el barro de los caminos impedía a la gente arrodillarse
en actitud humilde y suplicante.
Llegando a Cova de Iría, junto a la encina, pedí al pueblo que cerrasen
los paraguas para rezar el Rosario. Poco después vimos el reflejo de luz y en
seguida a la Virgen sobre la encina.
-¿Qué es lo que usted quiere…?
"Quiero
decirte que hagan aquí una capilla en mi honor. Soy la Señora del Rosario. Continúen
rezando el Rosario todos los días. La guerra está acabándose y los soldados
pronto volverán a sus casas..."
-¿Curará a los enfermos?
-"Unos si y otros no; es preciso que se corrijan;
que pidan perdón de sus pecados…
Y tomando aspecto más triste dijo: -"Que no se ofenda más a
Dios Nuestro Señor, que ya es muy ofendido."
Y abriendo sus manos las hizo reflejar en
el sol y, en
cuanto se elevaba, continuaba el brillo de su propia luz proyectándose en el
sol. Yo exclamé que todos mirasen al sol….
La lluvia paró y el sol giró por tres veces
sobre sí mismo, lanzando a todos los lados fajas de luz de variados colores. A
cierta altura parecía desprenderse del firmamento y caer sobre la muchedumbre. Todos se asustaron…
Algunos periodistas que habían acudido incrédulos a desprestigiar los
apariciones, tomaron fotos y dieron testimonio de aquel milagro en la
prensa. Al cabo de 10 minutos, el sol toma su estado normal.
Al lado del sol, los niños vieron a San José con el
Niño y a Nuestra Señora de los Dolores. El Niño Jesús parecía bendecir al mundo,
de la misma forma que San José. También
vieron a Nuestra Señora del Carmen.
Agradezcamos
a Dios que quiso
darnos este gran signo, que pudieron ver tántas personas, para que no dudemos
de los mensajes de Nuestra Señora y obedezcamos los deseos de su Corazón.
Para finalizar, después de haber reflexionado, rezaremos la
Coronilla del Amor a la Sagrada Familia.
sábado, 20 de abril de 2019
DÍA 13 de la Preparación para consagrarse a la Virgen
Querida familia, queridos chicos:
Después de haber cantado algunas estrofas de “El Ave María de Fátima”,
escuchamos o leemos la reflexión del día 13.
* * *
Hoy meditaremos sobre la quinta aparición de Nuestra Señora.
Nos cuenta Lucía: el jueves 13 de setiembre, al aproximarse la hora
indicada por la Virgen, fui a Cova de Iría con Jacinta y Francisco entre
numerosas personas, 30.000, que con dificultad nos dejaban pasar. Los
caminos estaban desbodantes de gente: todos nos querían ver y hablar.
Mucha gente del pueblo venían a pedirnos que presentáramos sus necesidades
a Nuestra Señora. Otros, no pudiendo llegar junto a nosotros, gritaban de
lejos. Oíamos... -¡Pidan que me cure
a mi hijo invalido!....a mi hijo ciego...a mi hija muda....que me traiga a mi
esposo que está en la guerra...que convierta a un pecador...que estoy
tuberculoso...etc...
Allí aparecían todas las miserias de la pobre humanidad y algunos
gritaban subidos a los árboles.
Por fin llegamos a Cova de Iría, y al alcanzar la encina comenzamos a recitar
el rosario con la gente. Un poco más tarde vimos el reflejo de luz y enseguida,
sobre la encima, a nuestra Señora, que dijo:
-"Continuad rezando el rosario para alcanzar el fin de la guerra. En octubre
vendrá también nuestro Señor, Nuestra Señora de los Dolores y del Carmen, y San
José con el Niño Jesús para bendecir al mundo. Dios está contento con vuestros
sacrificios, pero no quiero que durmáis con la cuerda puesta: llevadla solamente
durante el día."
La Virgen lo decía porque los tres niños llevaban una cuerda atada a la
cintura. Era uno de las más dolorosas mortificaciones que ofrecían por la
conversión de los pecadores. A veces, no comían su merienda, o dejaban de tomar
agua. Pero los sacrificios más grandes en la misión que la Virgen les encomendó
eran los maltratos, la curiosidad y las molestias de la gente, las interminables
visitas, tántas preguntas, la persecución, la burla, la prisión, etc.
-"Curaré a algunos enfermos, pero no a todos. En
octubre haré el milagro para que todos crean."
Debemos
darnos cuenta de que Dios
no quiere que las personas sufran, sean malas ni se condenen. Pero, si se
apartan de Dios y no se arrepienten, los males del mundo irán en aumento.
Para finalizar, después de haber reflexionado, rezaremos la
Coronilla del Amor a la Sagrada Familia.
viernes, 19 de abril de 2019
DÍA 12 de la Preparación para consagrarse a la Virgen
Querida familia, queridos chicos:
Después de haber cantado algunas estrofas de “El Ave María de Fátima”,
escuchamos o leemos la reflexión del día 12.
* * *
Hoy meditaremos sobre la cuarta aparición de Nuestra Señora en el mes de
agosto.
Esta aparición no se realizó el día 13 sino el 19, porque el
Administrador del Consejo encerró a los pequeños pastorcitos en el calabozo
municipal, queriendo obligarlos a revelar el secreto de la Virgen.
Los tres niños le dijeron: -No lo decimos ni aunque nos den el mundo
entero.
Él los encerró en el calabozo. Los presos les aconsejaban: - Qué os
importa que esa Señora no quiera?
-¡Eso no!, respondió Jacinta con vivacidad. ¡Antes prefiero morir!
Y los tres niños rezaron con los presos el rosario, delante de una
medalla de Jacinta colgada en la pared.
El administrador para asustarlos mando preparar una caldera de aceite hirviendo, a la cual amenazaron arrojar a los pastorcitos si no hacían lo que les
mandaban. Ellos, aunque pensaban lo haría de verdad, permanecieron firmes sin
revelar nada.
El día 15 de agosto, fiesta de la Asunción, finalmente, los sacó del
calabozo. Lucía nos narra lo que sucedió en esta aparición...
Estábamos con las ovejas, Francisco y su hermano Juan, acompañándome. Sintiendo
que algo sobrenatural se aproximaba y nos envolvía, dándonos cuenta de que
Nuestra Señora se nos aparecería y temiendo que Jacinta se quedaría sin verla,
pedimos a su hermano Juan que le fuese a llamar. Entretanto, Francisco y yo
vimos el reflejo de luz que llamábamos relámpago, y al instante de llegar Jacinta vimos a
la Señora sobre la encina.
-¿Qué es lo que quiere usted?
-Deseo que sigáis yendo a Cova de Iría los días 13,
que sigáis rezando el rosario todos los días. El último mes haré el milagro
para que todos crean.
-Que es los que quiere usted que se haga con el dinero que la gente deja
en Cova de Iría?
-Hagan dos
bolsas, una para ti y Jacinta, para llevarla dos chicas más vestidas de blanco y
otra que la lleve Francisco con tres niños más. El dinero de las bolsas es para
la fiesta de Nuestra Señora del Rosario, y lo que sobre es para ayuda de una
capilla que se debe hacer.
-Yo quisiera pedirle la curación de algunos enfermos.
-Si, a
algunos los curaré durante el año.
Y tomando un aspecto muy triste, la Virgen añadió: "Rezad, rezad mucho y haced sacrificios por los pecadores, porque
muchas almas van al infierno por no tener quien se sacrifique y rece por ellas…".
Y la Virgen empezó a subir hacia Oriente, como de costumbre.
Pensemos cuánto dolor provocan a la Virgen los
pecados, y también admiremos la valentía de los pastorcitos que no
desobedecieron a Dios a pesar de las amenazas.
Para
finalizar, después de
haber reflexionado, rezaremos la Coronilla del Amor a la Sagrada Familia.
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